martes, 16 de octubre de 2007

Cambiar de vida


A. va a cambiar de vida a los cuarenta y ocho años.

En realidad, sólo va a cambiar de trabajo, pero eso es en gran medida cambiar de vida.

Nuevos compañeros, nuevos jefes, nuevo lugar de trabajo, nueva rutina de desplazamientos, ...

Pienso en ello y no puedo evitar sentirme desconcertado, un poco aturdido, ante la idea de podría ser yo quien estuviera a punto de dar ese mismo salto.

Me pongo en esa situación y, lo que siento, no sé si es ese vértigo que produce el miedo al vacío, a lo desconocido, o sólo ese cosquilleo en el estómago que precede y acompaña a los momentos decisivos.

No sé si me atrae o me produce rechazo.

Desde luego, lo que no me produce es indiferencia.

...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Está claro que para evitarnos el desconcierto que nos produce tener que estar pensando a estas alturas en cambiar de trabajo y tener que empezar otra vez de nuevo (!Dios mío, qué pereza!), lo que debería sucedernos es hacernos millonarios gracias a un golpe de suerte (bueno, ya me entiendes gracias a ese gordo que llevamos un año jugando y que se nos resiste todo el tiempo).

Mientras esperamos sólo nos queda soñar juntos mientras tomamos unas "cañitas". Sino el tiempo dirá..... ¡Quién sabe! igual acabamos todos en Zamudio (pero no en el manicomio)

Anónimo dijo...

Soy A.
Últimamente estoy saltándome demasiadas buenas costumbres de firme arraigo: nunca había participado en un foro público de ningún tipo (cuenta a favor que el público de éste espero que sea muy restringido y muy escogido). Me parece que se está perdiendo demasiado el ámbito de lo privado, de lo auténtico, de lo intimista, en el que me desenvuelvo mucho mejor.

¿Será ese cambio de vida?

¿Por qué "fusilas" (intercontextualizas) mis pensamientos?

¿Desconcierto? ¿Vértigo? ¿Miedo?... Sí a todo (que diría una "política", cambiando la afirmación por la negación). Y la lista podría incrementarse con muchas más interrogantes.

Pero me afecta mucho más lo (bueno) que dejo que lo que me vaya a encontrar. De los errores se aprende, pero lo pasado no se vuelve a vivir.

Anónimo dijo...

Sólo una aclaración. Cuando he "navegado" un poco más por el blog he caido en la cuenta que hay otro A. He firmado como A. (sin querer suplantar la identidad de nadie) porque C. se refería a mi como A. Así pues, el comentario que comienza "Soy A." es mio: del A. que tiene cuarenta y ocho años (¡ya te vale! C.), es varón y tiene mucha pena.

C. dijo...

Para tranquilidad de A. (el de este post y no el de otros) me temo que este foro es muy poco foro (en el sentido de lugar público). El número de visitantes tiene a ser bastante escaso y, desde luego, muy selecto. Por lo tanto, se trata de una transgresión muy controlada y prudente expresarse en él. Aunque nunca se sabe: igual es un buen principio para cambiar de hábitos