miércoles, 12 de mayo de 2010

Lunes gris


Lunes gris en un mundo gris.
Interior, también gris, de un autobús y sonando por mis auriculares una canción, casualmente, gris como todo lo demás.
El autobús es uno de esos que, en el argot aeroportuario, llaman "jardineras". Porque, sí, estoy en el aeropuerto y el color del suelo por donde avanzamos despacio es parte de este mundo gris. El resto del gris lo pone el cielo sucio y somnoliento, con nubes, que tiene hoy Madrid.
Salgo de viaje con Spanair y me he desayunado en la radio con un repaso de las estupideces humanas y chapuzas que llevaron al accidente de hace casi dos años en este mismo aeropuerto.
Es un detalle de muy mal gusto ponerte ese menú para desayunar a las seis de la mañana cuando vas a viajar en avión dentro de un rato.
No sé si es el lunes, las nubes, la tristeza que casi siempre invade los aeropuertos, llenos de enormes pájaros muertos de metal y de personas, muchas de ellas solas, que esperan algo con miradas apagadas.
No sé si son las noticias que oía al desayunar o el desaliento que invade esta época difícil.
No podría decir cuál es la razón exacta, quizá sea una suma de todas ellas, pero hoy el gris parece más gris.
Y más sucio.