viernes, 4 de mayo de 2007

¿"Semana blanca" o "semana en blanco"?

Ésta es una de las mejores semanas posibles si trabajas en Madrid, incluso aunque no tengas puente, como ha sido mi caso.

Por el precio de una, tienes dos semanas, cada una con su correspondiente fin de semana y con la increible cantidad de días laborables de uno, en su variante más corta, y uno y medio (los viernes "de verdad" no trabajo por la tarde), en su variante larga.

Ayer quería patentar este formato de semana y hacerlo obligatorio para siempre, aunque pensaba que quizá resulta más funcional si los colegios sí que abren los "fines de semana irregulares". De esta forma nos dejarían a los "sufridos padres" disfrutar realmente de nuestro "merecido" tiempo libre.

Sin embargo me surge una pequeña duda: ¿Si esta "semana-con-doble-fin-de-semana" es tan estupenda, por qué tengo la sensación de que no he tenido tiempo de hacer nada, ni en el trabajo, cosa previsible, ni fuera de él? En cierto modo, lo que iba a ser una "semana blanca" (como aquella que se cogían o cogen los estudiantes "modernos" para ir a a la nieve) se ha convertido en una "semana en blanco".

Hoy estoy pensando que la clave está en que el modelo de semana es mejorable: yo (y mis amigos y familiares directos, salvo niños) estaríamos siempre de fin de semana y los demás trabajando, cada uno según su capacidad o necesidad.

Es más divertido el ocio cuando, para los demás, es un día laborable normal.

Por otra parte, esas pequeñas pausas en el ocio para ir a trabajar no le dejan a uno centrarse en lo importante. Por ejemplo, hasta hoy no había encontrado un hueco para escribir este post.

Definitivamente, hasta lo bueno es mejorable. Aunque, si no hay más remedio, estaría dispuesto a probar este modelo unas cuantas semanas más, para ver si le voy cogiendo el tranquillo.

El periodo de prueba podría ser ... ¿desde hoy hasta el final de 2050?

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