sábado, 9 de mayo de 2009

Noches largas

No sé muy bien por qué, o sí que lo sé pero he decidido no contároslo aquí porque no es lo importante, pero el caso es que me ha costado mucho dormirme esta pasada noche y, como no podía dormir, he cogido el Ipod y me he puesto a escuchar música.

Cuando me lo compré, pensé que no quería uno de los pequeños, mucho más manejable, sino uno de los que ahora llaman "classic" con su pequeño disco duro, en el que caben muchos gigas. Lo decidí así, porque me apetecía meter en él toda o casi toda la música que pasara por mis manos, incluyendo cosas que no me gustan especialmente y que me habían llegado por casualidad, a través de mis sobrinos, amigos, curiosidades puntuales, … De vez en cuando, eso me permite darme a mí mismo sorpresas y descubrir o recordar canciones que unos minutos antes ni se me habían pasado por la cabeza.

Está noche de insomnio he ido a parar a un grupo de canciones que no escuchaba seguidas desde hace por lo menos veinte o veinticinco años. De allí he saltado a otras canciones de la época. Y de ellas, ya fuera del Ipod, a uno de los bares en las que solía escucharlas, a los amigos y amigas con los que las compartía, a las sensaciones de entonces, las buenas y las malas. Al recuerdo de tener toda la noche y toda la vida por delante para escuchar canciones, hablar con los amigos y arreglar el mundo en una oscura mesa, rodeados de humo y con un vaso en la mano.

Tengo que reconocer que me ha puesto un poco nostálgico volver a mis veinte años y volver escuchar, casi al final del recorrido, Suzanne de Leonard Cohen, casi con la misma pasión de entonces. Reconozco que, a pesar de mis clases de inglés, Leonard Cohen me sigue resultando incomprensible, pero la canción sigue resultando evocadora y muy especial. Llena de recuerdos de esa época tan especial en la que todo estaba por pasar.

Miro el tiempo transcurrido y, a pesar de todos los cambios, me doy cuenta de que sigo siendo el mismo y que lo que entonces me emocionaba me sigue emocionando ahora.

Aquellas también eran noches largas como ésta, pero eran voluntarias.

Aunque, en cierto modo, las mañanas eran incluso peores que las de ahora.

Son las ventajas de fumar y beber menos.

2 comentarios:

Nana dijo...

creo que esta noche no has dormido porque has llegado muy tarde a casa
nana

C. dijo...

Tan tarde que no llegué a mi casa hasta el día siguiente (estaba de visita en casa de unos tíos de A.) y, lo confieso para que no haya teorías extrañas, lo que sucedía, entre otras cosas, es que la cama era extraña y un poco hostil. Supongo que también estaré haciéndome viejo ... y eso no ayuda a dormir si te lo ponen un poco difícil.