miércoles, 12 de septiembre de 2007

Level 42


De repente, y casi sin saber cómo, me encuentro en el piso 42 de un gran edificio.

Demasiado arriba como para plantearme bajar, así sin más, sin ascensor o, al menos, sin una buena colchoneta que frene el impacto de la caída.

Demasiado arriba, también, como para no tener perspectiva y darme cuenta de lo que sucede alrededor y más abajo.

Creo que hay fuego o, por lo menos, hace un calor horroroso que va convirtiendo en un desierto todo lo que va quedando en los pisos inferiores.

Desde aquí arriba, sueño con un oasis que aparezca de forma casi mágica en los pisos superiores o, mejor aun, en este mismo, en la habitación contigua, a la que estoy a punto de entrar.

Por el momento, cada vez que abro una nueva puerta, sólo me recibe una nueva vaharada de calor.

Debe de tratarse de una pesadilla.

Espero.


 ...

No hay comentarios: