viernes, 8 de febrero de 2008

Frenética actividad


Ya lo sé: me había prohibido a mí mismo hablar de trabajo en este blog.

Sin embargo no puedo evitarlo, ya que últimamente el trabajo ha vuelto a inmiscuirse en mi vida privada y es el único ingrediente que le faltaba a mi ya de por si "intensa" vida privada.

Os hablaba ya hace unos días, demasiados, de los cuadros por colgar, de la pequeña transformación en casa que "ya puestos" se hizo grande, de los diversos asuntos pendientes.

Desde entonces, se han ido sumando otras ocupaciones más: viajar un fin de semana con los amigos para asistir a una fiesta muy especial, preparar disfraces o atrezo de Carnaval y, sobre todo, trabajo, reuniones, cursos y más trabajo.

Tal es el barullo que me he montado conmigo mismo, que, a estas alturas, sigo sin haber tenido unos minutos la cabeza despejada para pensar en qué contaros.

Este post sólo es para deciros que no he cerrado, que este blog sigue abierto, que espero que algún día hasta tenga algo que contaros.

Por el momento, sigo buscando, pero sólo en los ratos libres, que, ahora mismo, no existen.

Malos tiempos para la lírica.

Otros vendrán ... espero


...

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