Este blog sólo tiene una función: robar recursos (tiempo y, especialmente, pensamientos y energías) al trabajo.
Por eso, se va a dedicar a hablar de cosas que no tengan nada que ver con el trabajo (al menos con el mío).
Yo creo que muchos tenemos el "mal del trabajo": consiste en que uno sólo está pensando en librarse del trabajo, pero mientras tanto, deja que éste le absorba todo su tiempo, pensamientos, ... . Sólo se libran los recursos (tiempo, ...) que uno tiene que dedicar a otros "temas de supervivencia", que, como cosas imprescindibles que son para cada uno de nosotros, se hacen un hueco a la fuerza.
Afortunadamente, casi todos tenemos varios "temas de supervivencia”, que nos impiden que nuestra enfermedad o “mal del trabajo” sea irreversible:
- la familia (especialmente los hijos y la pareja, pero también los hermanos, padres, ...)
- los amigos (a los que dedicamos menos tiempo del debido)
- los libros (aunque sea en ratos muertos)
- algunos, las plantas (aunque a veces parezcan abandonadas) u otros hobbies
- la casa en general (normalmente es más un castigo que un alivio)
- ...
Definitivamente, creo que es una suerte tener esos “temas de supervivencia”, especialmente aquellos que son fruto de elecciones personales, como la pareja, los hijos y los libros (y también los amigos, que, algunas veces, son familia además).
Nuestra apuesta debería ser dedicarle cada vez más de nuestro tiempo, pensamientos, ... y energías a esas cosas y robárselos al trabajo, al que le dedicamos mucho más espacio en nuestro cerebro del que se merece. Quizá es difícil robarle tiempo, pero pensamientos, ... y energías, es posible.
Seguro que luego tendríamos cosas más divertidas y variadas para contar.
Ya iremos viendo en qué acaba esto (deseadme suerte).
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